UNA ENCRUCIJADA MORAL:

Se debate en el congreso sobre la ley del aborto, se habla sobre plazos y la capacidad legal de la madre a decidir sobre la vida de un futuro hijo.

Estamos demasiado acostumbrados a escuchar afirmaciones como la que hizo el presidente Zapatero en “Tengo una pregunta para usted” sobre el tema del aborto, el se excuso en lo que dijera el Tribunal Constitucional.

¿Que le esta pasando a la sociedad? ¿Acaso el alto tribunal o cualquier estamento civil tiene la capacidad moral de imponer valores? Donde estamos ahora para que una persona necesite de leyes para saber lo que esta bien o mal, no hace falta ser creyente para saber que la decisión de abortar a un niño es un crimen repugnante, solo justificado por la ignominia de un progresismo “falso”.

La vida es un valor inequívoco que solo nos puede conducir al amor hacia otros seres humanos, la muerte por el contrario es sinónimo de más muerte y generadora de ruina moral.

La cuestión que se debate sobre el aborto, no es para debatir sobre las semanas de embarazo, es si queremos generar una sociedad basura, alimentada por un consumismo desmedido, en la que no existan leyes morales ni perjuicios sino trabas legales.

Cuestiones como el aborto o la eutanasia, son la punta de un Iceberg social, que nos arrastran hacia un precipicio ético, donde todo es cuestionado y cuestionable.

El tiempo corre en contra de quienes pensamos que siempre habrá de salvaguardarse la vida, frente a quienes presuponen que la vida es una cuestión semántica y no un valor en si.

Entre las cuestiones que se esta hablando esta la de que una menor (16 años) pueda decidir abortar sin contar con el apoyo de los padres, lo cual da una idea de la salvajada que se esta fraguando, eliminando de un plumazo el buen juicio de unos padres a favor de la inexperiencia de una menor...

Decían el otro dia para defender la eutanasia de Eluana, que ella “un dia dijo, que si...” o sea que como no podía defenderse, la palabra de quien lo decía automáticamente se convertía en testamento vital, una prueba más de lo peligroso de este camino.

Podemos mirar hacia otro lado y pretender que no pasa nada, pero al final la sociedad acumulara un déficit moral, difícil de superar.

Pedrulo Maturulo