POSDATA:

Así al revés terminamos este año 2009, con la sensación de haberle empezado mal y seguro terminándose peor.
Trescientos sesenta y cinco días de malas noticias económicas, seguros de que lo peor no ha pasado sino que perdura en cada casa de esos cuatro millones y pico de españoles que no tienen empleo, y mientras hoy, escucho otra vez a nuestro presidente, hablando de recuperación económica, un salto en el vacío sin red...
En la calle se palpa el desanimo, solo los políticos pueden celebrar la Navidad con la ostentación necesaria, los demás tememos por el futuro que nos aguarda.
¿Donde se puede encontrar un político sensato? Que evite que retrocedamos a los tiempos del “felipismo” más atroz, en donde encontrar trabajo se convertía en una labor hercúlea.
A lo mejor arrastramos el pecado de la soberbia, tanto hablar de la Champions League de la economía y de lo que crecíamos por encima de la media europea y resulta que se fue todo al carajo.
Este año lo recordaremos como el de las mentiras, no había guerra en Afganistán, no había crisis, no hemos pagado el rescate, etc. tanto acusar a la oposición de mentir y resulta que tenemos a Pinocho de presidente.
El futuro es siempre incierto y difícil de predecir (excepto para Rubalcava) pero siempre hay una formula que funciona, y es la de trabajar para que las cosas mejoren, y este gobierno se ha pasado el año, haciendo como que hacia, con la complicidad de la oposición que no se ha echado a la calle a decírselo.
Necesitamos una clase política comprometida, con valores morales y con espíritu de sacrificio, y no políticos bien pagados, que tengan por horizonte su pensión vitalicia.
Por todo esto empecé la carta por el final, queridos reyes magos...

Pedrulo Maturulo.