Muchas veces en conversaciones de taberna, como le gusta decir a Pérez Reverte, aunque servidor no las pise, salen a relucir temas recurrentes como el racismo y la xenofobia.
A menudo la gente se suele tachar de tolerante, aunque dejenme decirles que después de un rato de charla ejerciendo de abogado del diablo, siempre sale a relucir la verdad.
Somos racistas y xenófobos “TODOS” solo hace falta una mecha que prenda una situación determinada, para sacar a relucir esta verdad inequívoca.
Pongamos por ejemplo al presidente de Cataluña el Sr. Montilla, cuantas veces hemos escuchado acusar al partido popular de racistas, simplemente por querer ordenar la inmigración en dicha comunidad.
Este es un claro ejemplo de lo que significa ser tolerante de pacotilla, si pudiera preguntarle al fulano le plantearía las siguientes cuestiones:
¿Sus hijos van a un colegio público o privado? Si es lo segundo que se de antemano que no lo es, no pueden conocer la realidad multiétnica que impera en las aulas en ciudades con amplia inmigración, claro que sus hijos acuden a un centro privado en donde la inmigración suena a película de ficción.
¿Usted reside en un urbanización privada, o por el contrario vive en un barrio humilde de Barcelona? Esta claro que no puede saber lo que es tener vecinos de otros países con costumbres completamente distintas, a los que nadie les ha obligado a jurar nuestras leyes ni acatar nuestras costumbres, por eso usted no puede comprender lo que significa tener que vivir con ellos.
Si usted cobrase un salario de mil euros al mes, comprendería que esta en un segmento de población que hoy en día se denomina ciudadano medio, pero que en realidad deberíamos definir como “fucked” por que no tienen capacidad económica suficiente, pero de cara al Estado tienen mas recursos que esa otra capa que seria la inmigración, que será la que absorba todas las subvenciones y ayudas estatales.
Para que nos entendamos, si uno de estos “clase media” solicita cualquier ayuda y tiene la desfachatez de trabajar junto con su esposa, además de dejarse la piel para dar un futuro mejor a sus hijos, vera como no recibe ninguna ayuda del gobierno por que hay otro segmento de población mas desfavorecida (tiene guasa el termino) que es inmigrante y que no solo no ha aportado un duro a las arcas del Estado nunca, sino que se convierten en principales destinatarios de todas las subvenciones.
Eso sin contar la sanidad pública y la escolarización de los niños, recursos pagados con nuestros impuestos que se devalúan con la gratuidad.
Es muy fácil decir que no somos racistas, pero si tus hijos juegan en un parque y unos pandilleros de origen latino les pegan una paliza por que quieren cobrarles un euro por entrar a jugar a un parque público, quizás lo veas desde otro punto de vista, o tus vecinos convierten su piso en una cama “caliente” tal vez comiences a pensar que algo esta fallando en esta sociedad.
La inmigración debe ser ordenada y no regulada como pretenden decirnos los socialistas, usted no puede invitar a entrar a su casa a cualquiera y una vez dentro explicarle las normas de convivencia, lo lógico seria invitarle con las normas por delante, aceptando nuestra leyes y tradiciones y si usted no esta dispuesto a acatarlas no debe pisar nuestro país salvo que lo haga como turista.
*se denomina cama caliente: cuando una habitación se utiliza por decenas de personas que se turnan para dormir.
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