No es casualidad que a estas alturas estemos hablando de la posibilidad de ver a un hombre negro como presidente de USA, muchos lo han sido ya en el cine. Durante años la maquinaria "holliwoodiense" se ha preocupado de mostrar a un presidente de color. Todos recordamos al presidente negro de la popular serie 24 horas.
Pero que hay de mito y realidad en este planteamiento:
Gobernar Estados Unidos, el país con más poder en el mundo, lleva implícito el aceptar una serie de normas y postulados.Ningún presidente americano puede hacer lo que le de la gana, para ellos que financian sus costosas campañas políticas con fondos privados, devolver el favor es una obligación, mas que una opción. Obama se ofrece como un revolucionario, capaz de devolver a los norteamericanos un sueño. Creer que un hombre es capaz de cambiar las cosas, en un país profundamente sometido a las corporaciones y grandes empresas, es una quimera. En América desde la esclavitud, han luchado contra el fantasma del racismo, un país hecho por inmigrantes (los verdaderos americanos, están en reservas) ha sido siempre azotado por actos de racismo. Los afro americanos (es como definen ellos a los hombres de color) han luchado por sus derechos constitucionales, ha sido un largo camino. Hombres que tuvieron que sufrir, para poder ejercer sus derechos civiles. El problema es saber distinguir entre la dificultad de estos para integrarse en la vida política y la llegada de un hombre de color a la casa “BLANCA”. No olvidemos que hay partes de Estados Unidos donde todavía se considera a los negros una raza inferior.
El lema de Obama “YES WE CAN lleva implícito, dame tu voto soy un hombre de color y merezco llegar a la casa blanca.
Habría que valorar al candidato por su mensaje no por su color de piel o lo que representa...
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