28/3/11

TRISTEZA:



Habrían de ser los sueños, llaves poderosas que abriesen el alma, talismanes que nos pudieran otorgar la felicidad que se nos escapa entre los dedos.
Capaces todos de cantar la dicha de ser enteramente felices, absurdamente satisfechos, pero el destino es cruel y amargo, nos roba con el amanecer ese elixir mágico, que habremos de perseguir en cada ocaso.
Seremos necios ante la vida, que nos pone y nos quita todo, y aun queremos vivirla.
Quien puede amar más la libertad, como el preso araña sus barrotes y sueña con una vida perra, pero lejos de su celda.
Otros días dijiste, otras vidas sin duda pensaste, pero aquí estamos amigo, enfrentándonos a lo que podría ser un cuento o tal vez una pesadilla, incapaces de disfrutar cada minuto vivido y los muchos que están por llegar.
Lamentándonos por la lluvia que hoy nos moja el pelo o esa cola en el maldito supermercado, sin pensar en el beso que esta mañana me dio mi hijo, o la caricia sincera cuando desayunaba.
Que cruel es el destino de los infelices, soldados de la desesperación, armados con la desdicha de ser los más desgraciados.
Ni un cielo seria capaz de llenar el corazón de un hombre, que se siente abandonado.
Cruel destino el que atas a tus zapatos, llevándote la tristeza como compañera de viaje, y nada es capaz de hacerte sentir amado.
Y es además injusto, para los muchos que te quieren, incapaces de ayudarte en esa melancolía de la que tanto gozas.
Hagamos poesía y enterremos los crisantemos de la tristeza, seamos participes de esta fiesta que nos da la vida, y que las lagrimas que vertamos sean siempre con la risa.

Pedrulo Maturulo.

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