El día de Navidad de madrugada a eso de las dos de la mañana, regresaba tranquilamente a casa después de haber pasado una cena agradable con mis suegros.
No se como explicar la sensación que tenia de inseguridad al circular pues notabas que la gente no conducía normal. No vi ningún control de esos que tanto pregonan que iba a ver. El caso es que a la altura de San Isídro en Valladolid están haciendo unas obras desde hace un montón de meses y como todo se hace mal, estaba fatal señalizado y encima, para colmo había ese día una niebla de mil demonios.
Nos disponíamos a bordear la obra que menciono cuando escuche un frenazo y posterior derrape y vi literalmente un coche que desaparecía en el subsuelo. Podéis creerme mi sorpresa. Deje a mi familia en el coche con el “warning” a un lado y me dispuse a acudir corriendo a socorrer a los heridos. El coche había caído en una especie de socavón causado por las obras y estaba literalmente vertical apoyado en una tubería de agua (de esas que tiene un diámetro aproximado de 1m), dentro se escuchaban los gritos de unas chicas que pedían auxilio y que a mi personalmente me conmovieron, rápidamente la gente se congrego alrededor del accidente y todos comenzamos a llamar al 112 para que viniesen a socorrerlas. Yo tuve que marcharme sin poder hacer nada por que tenía el coche mal estacionado con el consiguiente riesgo para mi familia pero puedo aseguraros que mientras conducía hacia mi casa no dejaba de darle vueltas a lo frágiles que somos y como nuestra vida puede cambiar en un segundo.
Esta historia es real no puedo aportar ninguna foto por que no iba a hacer fotos en semejante momento ,he consultado hoy El Norte de Castilla, esperando conocer la suerte de aquellas pobres chicas pero no figura nada.
Conducir con cuidado y os deseo una Feliz Navidad. Pedrulo Maturulo
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