25/7/09

OJOS DE COLOR ATARDECER:



Hoy empecé a escribir, y no tenis muy claro sobre que hablar.
El informe de INE y sus malos datos sobre el paro, los terribles incendios que estamos sufriendo por toda la geografía, con la perdida de vidas humanas incluidas, o muchos otros asuntos de los que llenar mil líneas.
Pero no, hoy me propuse hablaros sobre un tesoro que tengo en mi casa.


A MI HIJO:

He mirado en la profundidad de tus ojos,
aguas tranquilas que reposan,
he visto su belleza heredada,
que siempre me recordaran a los que un dia decidieron quererme.

Tu pupila como la luna,
suspendida en una nube de color ámbar,
su tonalidad varia, según incida la luz,
calidoscopio de miel.

He visto la inocencia, salteada de lágrimas amontonadas,
que se deslizan por un torrente, cuando te hemos reñido,
no hace falta tener telepatía, para con solo mirarte,
comprenderte y sentir tu amor inmaculado.

Son tus ojos mi faro amigo,
que me guían, en este mar de desasosiego,
victimas de nosotros mismos,
huérfanos de la palabra, amado
grial de los hombres felices.

Sálvame del orgullo y de la ira,
abrázame, haciéndome sentir apenas un hombre,
bien querido, digno heredero de tu futuro.

Pensaba ser tu guía,
y hoy me doy cuenta de que apenas sabia,
hacia donde me dirigía.

Héctor, es nombre de reyes,
pero no hace falta brindar en copas de oro,
para saberte el hombre mas afortunado,
yo contigo ya lo he sido.



Pedrulo Maturulo.

Mi hijo tiene solo dos años, y de momento no podrá leerlo ni entenderlo, para el esto son garabatos, pero he querido reflejar con unas pocas palabras, todo lo que puedo ver en esos ojos de color atardecer.

2 comentarios:

Silvia dijo...

Precioso. Seguro que lo apreciará mucho cuando lo lea algún día.

Pedrulo Maturulo dijo...

Muchas gracias, saludos.