Ver, oír y callar, esa es la consigna de los tiempos que corren, nunca ser el primero en nada, salvo en las retiradas, eso es lo que aparentemente esta sucediendo hoy en el PP, después de tanto escurrir el bulto, Mariano Rajoy ha decidido poner orden, aunque quizás le ha faltado un poquito de puntualidad, esa tan necesaria cuando lo que se despacha es la credibilidad del partido.
Esperanza le ha dado con la puerta en las narices, lo que no me extraña después de comprobar la falta de liderazgo que ha tenido para expulsar a Cobo inmediatamente, por los insultos vertidos contra la presidenta de Madrid.
Parece que a Mariano Rajoy, le tiemblen las piernas a la hora de imponer la disciplina, lo que me induce a pensar si seria capaz de resolver la crisis económica que padecemos, la oposición no ha dejado de reprenderle por su tibieza en asuntos internos de su partido, a lo que el no solo no ha contestado, sino que les ha dado la razón con una actitud pasiva e incomprensible.
Los que nos denominamos de “derechas” léase conservadores, eso de lo que tanto huyen los populares últimamente, ondeando la bandera del “centro” que no se sabe muy bien que es, estamos hartos de las patochadas de Rajoy y exigimos una regeneración interna de la oposición, que nos devuelva la credibilidad en un PP que parece todo menos serio.
En el camino se ha perdido la guardia pretoriana de un Aznar, que supo dar al partido el rigor necesario y gano las elecciones, hoy si preguntas a cualquiera que vote a la derecha, te dirá lo mismo que aquí se suscribe, Rajoy debe retirarse en pro de lo mejor para su partido, todo lo demás es perpetuar una Opera con un final funesto...
Pedrulo Maturulo.
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