Estados Unidos de Europa, un sueño acariciado por no pocos conquistadores y tiranos, hoy unidos todos bajo el paraguas de un gran mercado único. ¿Pero que hemos aprendido en tantos años de historia? La vieja Europa se ha mutilado y devorado a si misma durante siglos. Guerras absurdas por dominar al vecino e imponer un modelo.
Hoy nos parece lejano a una generación que hemos crecido en la idea de una unión de países vecinos con una misma tradición y un legado común.
Atrás quedaron los odios caducos entre alemanes, franceses, ingleses, etc. Nuestra misma nación sufrió y se desangro para defenderse de los que hoy son nuestros amigos.
La historia nos ha enseñado lecciones muy duras, como las dos grandes guerras que devastaron el mundo y causaron millones de muertos.
Los dos grandes idearios políticos, fascismo (en Alemania Nazismo) y el comunismo, fueron los artífices de la segunda guerra mundial y cambiaron el mundo tal y como lo conocemos. La vieja Europa fue el campo de pruebas para ideas revolucionarias y grandes crímenes.
De todo lo sucedido en estos siglos, me quedo con la sabia decisión de quienes fueron los padres del tratado de la unión europea, grandes políticos con una visión mas allá de sus intereses nacionales de cada uno.
Hoy sabemos que nada es perfecto, pero el desarrollo va unido a la cohesión y somos mucho más fuertes si trabajamos juntos. Por delante nos quedan retos como la crisis mundial y la relación con el mundo musulmán, pero sin duda podremos afrontar mejor estos desafíos desde una visión de conjunto.
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