ASESINOS A SUELDO:

Hay algunos síntomas en la sociedad que delatan la grabe enfermedad que padece esta, una dolencia producida por la estafa, la extorsión, el narcotráfico y todo ello dirigido desde los mecanismos del poder. Es una contradicción evidente que pueda ser la clase política (la misma que los ciudadanos eligen para representarles y protegerles) la que se convierta en un cáncer que contamine la vida y la libertad de los ciudadanos.

Existen casos evidentes en América del sur donde vemos a diario a los narcotraficantes poner en jaque a las instituciones y someterlas a su tiranía comprando a políticos.

Hay un ejemplo significativo de lo que sucede y es el del asesino a sueldo o sicario, que pueden aterrorizar a periodistas y adormecer conciencias con la sola amenaza de muerte.

Desde España aparentemente se ve como algo lejano, pero ya hemos tenido varios crímenes cometidos por estos mercenarios.

En Méjico el problema esta tomando dimensiones estatales, Estados Unidos ha mostrado ya su preocupación por esta clase de crimen organizado que puede cruzar su frontera y cometer fechorías en su territorio. Pero el problema es de carácter global, países tan lejanos como Rusia o China tienen mafias que operan en todo el mundo y contratan los servicios de sicarios que matan por una mínima cantidad de dinero.

La libertad de expresión es la amenaza a la que mas temen quienes ejercen la violencia, el anonimato es su tarjeta de visita y denunciar estos hechos pone en grabe riesgo su oficio.