Imagina que viajamos al pasado, entorno al año 1300 después de Cristo.
Europa vive sumida en un régimen feudal y la vida y la muerte se mezclan en un baile agónico. Algunos individuos son capaces de leer y escribir y guardan celosamente la cultura con siete llaves, las mujeres son maltratadas y nunca se las considera iguales que a los hombres (a excepción de la nobleza). Atrás quedaron las grandes culturas griega y romana, solo su esencia perdura en algunos manuscritos.
Toda esta realidad histórica, lo fue hace muchos siglos, pero en Afganistán hasta hace poco podríamos establecer un paralelismo.
Los Talibanes implantaron como sistema de autogobierno el cumplimiento integro del Corán o sharia, sometiendo a la población civil a padecer infinitas penalidades, especialmente a las mujeres. Para los pashtún, etnia de estos lugares, la mujer es como una cabra o una oveja, al servicio de su señor marido y predispuesta a sufrir la ira de aquel.
La ignorancia, unida a la interpretación dirigida del libro sagrado de los musulmanes ha hecho que las mujeres sean las paganas de todos los problemas. Un país en ruina total que nunca ha dejado de estar en guerra y que lejos de evolucionar durante años estuvo sumido en la oscuridad.
Para un occidental ver las fotografías y vídeos sobre este remoto lugar es como decía al principio un viaje en el tiempo. Un Guantánamo sin vallas, solo montañas y desierto, rodeados de miseria e ignorancia. El lugar perfecto para sacar lo peor del ser humano, donde las mujeres son obligadas a portar el burka.
La ultima guerra, pareció que podía ser la definitiva durante un tiempo, La Alianza del Norte unida a las tropas Norte Americanas derrotaron rápidamente a los Taliban, pero el problema no es una batalla o 100, es un conflicto regional o quizás global. Países del entorno como Irán están formando a milicianos para unirse a la causa y mientras occidente no tiene una estrategia global para derrotarlos ellos cada vez son más fuertes.
El gobierno actual de Afganistán intenta establecer el orden y salir del túnel en el que están, pero la guerra no ha hecho más que comenzar y el tiempo nos dirá si esta joven democracia es capaz de resistir los envites del fanatismo religioso.
Os dejo un vídeo que da mucho que pensar:
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