Una respuesta sincera a una pregunta muy concreta:
¿Se puede ser solidario, cuando en España estamos tan jodidos?
La mayoría de los políticos, muy cucos ellos, se llenan la boca de discursos bien sonantes, en los que nunca van a responder, se afanaran en divagar e incluso criminalizar a los que se atrevan a pensar diferente, pero claro ellos no temen que la marea termine por ahogarnos a todos.
Su situación es la del privilegio, por eso presumen de solidarios y siempre se atreven a apostar por la integración, habría que ver si sus hijos acuden a colegios públicos, o si residen en un barrio periférico de cualquier ciudad, me temo que no...
Lo que se ha planteado en Vic, no es más que la punta de un iceberg, no se puede acoger a todo el que llama a tu casa, o eso conduciría irremediablemente a la quiebra de tu economía familiar.
La mayoría de los socialistas se han apresurado a decir, que no se podía dejar tirados a los inmigrantes y a sus familias (que Dios me libre) como si hasta ahora los susodichos no hubieran recibido todas las prestaciones acompañadas del empadronamiento.
En este país estamos ya hartos del discurso buenista de Zparo y compañía, los españolitos de a pie, los que pagamos nuestros impuestos religiosamente, vemos como nuestra contribución se emplea en servicios sociales que hoy por hoy están copando los sin papeles, léase bien “sin papales” no inmigrantes, que en seguida se confunden los términos.
La sanidad publica y gratuita, es insostenible con un millón de personas (más familia) que no pagan un duro y se aprovechan de la gratuidad, en ocasiones de forma escandalosa, además hay que sumar la escolarización, guarderías, etc.
Las subvenciones públicas han dejado de serlo para satisfacer la demanda de este colectivo, ya que es imposible que le den a uno una subvención, al compararte con la situación crítica de este colectivo.
Por un lado a uno le da pena la gente que lo pasa mal, pero yo no voy por la calle, ni conozco a nadie que lo haga, repartiendo dinero, que es lo que hoy esta haciendo nuestro gobierno.
Según la ley de extranjería tenemos que expulsar a cualquier inmigrante sin papeles, sin embargo les empadronamos para que puedan ser constitucionalmente ciudadanos como decía Rubalcaba, pero no les dejamos trabajar, toda una contradicción gubernamental.
Al final Zapatero en un arrebato de sencillez dijo “eso en mi país, no, no vamos a permitirlo” tendrá cara dura el tipo, ya podía hacer lo mismo con los mas de cuatro millones de desempleados que pululan por España.
Yo ya me canse hace tiempo de ser de la clase media, vapuleado por tener un sueldo de mierda y solo con derecho a depositar mi voto cada cuatro años, con la certeza de que todos los políticos son de la misma calaña, habidos de la papeleta y con muy poca decencia, incapaces de decir lo que aquí se suscribe, por ser una verdad incomoda.
Los sin papeles son un problema que hunde ayuntamientos, satura hospitales y hace que los colegios públicos se conviertan en un Babel improvisado, en el que la solidaridad se confunde con otra cosa, podemos ser lo que queramos, pero el sistema no esta pensado para sustentarse así, otra cosa es que nos hallamos vuelto todos locos y citando a los comunistas de Izquierda Unida repartamos papeles para todos...
Pedrulo Maturulo.
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