Para todos los que no fumamos, este año empieza con una buena noticia, podremos degustar un buen chuleton, sin tener que aguantar al mal educado de la mesa de al lado, con su farias de turno...
Lo que resulta curioso y no deja de ser una extravagancia, es que el Estado siga siendo el que “pilote” el negocio del tabaco y a la vez, quiera ejercer su fuerza para impedir a los ciudadanos fumar en espacios públicos habilitados para ese uso.
Estos días veíamos como preguntaban a la gente por la calle sobre la ley, y como casi todos coincidían en la poca sensibilidad que había demostrado este gobierno, suprimiendo de forma radical los derechos de una parte de los ciudadanos, fumadores adictos por culpa de quien hoy les persigue.
Todos estábamos de acuerdo en que la ley anterior, fue un parche y que había que mejorarla, pero de ahí a matar al perro para quitarle las pulgas, eso solo lo hace un gobierno autoritario, y este empieza a parecérsele mucho.
Los fumadores se han convertido en una secta, perseguida por el gobierno y por todos los empresarios de hostelería, que por culpa del primero se tendrán que encargar de velar por el cumplimiento de la ley, o pagar cuantiosas multas.
Resulta cómico que hoy se pueda hacer en la calle casi todo...mientras que en los espacios privados el gobierno pretenda imponer su ley.
Al final como me decía un amigo empresario, todo se basara en quien puede pagar el diezmo para dejar que fumen en su local, ya sea con el subterfugio de “club de fumadores” o cualquier otro ingenio gubernamental, el caso es pagar mas impuestos o multas, quien sabe.
Lo que esta claro es que somos victimas de la política, si un dirigente se levanta una mañana y no le parece bien que tengamos perro, quizás decida prohibirnos su pertenencia o a lo mejor nos indican aquellos espacios donde podamos disfrutar de su compañía, hasta que otro político con mas mala leche le sugiera, que podrían molestar a algún vecino, y decidan prohibirnos sacarlos a la calle.
Nos olvidamos de lo más importante, LA EDUCACIÓN ese valor que nadie menciona y que es mejor que ninguna ley, solo hay que empezar desde la infancia, y se podrían evitar leyes como estas, propias del apartheid...
Feliz 20011 sin humos, o a lo mejor no lo respeta ni el Tato...
Pedrulo Maturulo.