Estimado Sr. Presidente del gobierno:
Sino fuera por lo delicado de la situación que atraviesa el país, le pediría que se fuera a su casa. Lo malo es que quizás con su marcha otro incompetente ocupara su asiento.
La economía de las familias esta literalmente en banca rota y su gobierno, no hace mas que incrementar la situación con medidas absurdas, como las emprendidas hasta ahora.
Su gobierno se emplea a fondo en temas como el aborto, que es un tema recurrente para evadirnos de otras cuestiones que nos interesan ahora.
Su política económica es un desastre no por la situación en la que nos vemos, sino por la falta de interés o de ideas para paliarla en parte.
En cuanto a las relaciones internacionales, somos la tía que nadie quiere que le visite, debido en gran parte a sus meteduras de pata. La “Alianza de las Civilizaciones” es un disparate de tal calibre que se pueden contar con los dedos los países subscritos a este “club”. Entiendo que persiga el Novel de la Paz (algún juez también) y que para ello no dude en utilizar los medios de que dispone el estado, pero seria mucho mas útil utilizar este dinero en mejorar la seguridad ciudadana, que en los últimos tiempos, tanto se ha podrido.
Desde que llego a la Moncloa, no ha pasado un día sin que me sorprenda, primero con la negociación con ETA y permitiendo entrar a ANV en las instituciones (ahora si son ETA), después con la “Ley de Memoria Histórica” una hecha a medida de los amigos y sin querer afrontar los crímenes de unos y otros en la guerra civil.
Luego se le ocurrió, la famosa Educación para la Ciudadanía, queriendo implantar en los jóvenes sus ideas progresistas (aborto libre, eutanasia, etc.) sin respetar lo que los padres quieran inculcar a sus hijos (valores, creencias, etc.).
Pero lo mejor de su “talante” es que con una mano lleva la rosa y en la otra una maza. Por un lado habla de pluralidad y aceptación de otras ideas, y usted ni siquiera respeta la objeción de conciencia.
Es usted tan respetuoso, que su gobierno se ha atrevido a amenazar al colectivo de médicos con negar les la objeción frente al aborto y a los padres con suspensos para sus hijos.
Le pediría un poquito de sensatez, (con z) y que interiorice su discurso sobre el talante, y empiece a respetar todas aquellas ideologías que no coincidan con la suya y que su progresismo no le ciegue en aquellos temas sensibles para toda la sociedad.
Ni el aborto, la eutanasia o el modelo escolar se pueden debatir en una sesión del congreso, requieren un estudio serio por un comité de expertos (que no estén en nomina del erario publico).
Sin más me despido de usted deseándole que nunca tenga que mirar su cuenta bancaria, como la mayoría de españoles y que siempre tenga presente que usted gobierna para cuarenta millones de ciudadanos no solo para los que coinciden con su ideología.
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