UN FANTASMA EN LA MONCLOA:

Esperpento, eso es el gobierno, un autentico fantasma que recorre los edificios públicos.

Lejos de trabajar para acabar con los problemas que todos tenemos para llegar a fin de mes, se dedican a hablar de la guerra civil y del aborto. Da la sensación de que nos toman por idiotas, el tema de los muertos de la guerra civil (de un solo bando, por cierto) siempre es recurrente y ocupa periódicos con opiniones enfrentadas. Y ahora nos sacan la ley del aborto, como si fuese el mejor momento para ponernos a discutir sobre ella. Hay gente que no puede pagar su hipoteca por que ha perdido su empleo y Zapatero habla de protección en su congreso del P.S.O.E. por Madrid.

Palabras vacías sin contenido: igualdad, protección, solidaridad.

¿Dónde esta la igualdad en un país que regularizo de forma anormal a miles de extranjeros? A nadie se le escapa que nuestra protección social se ha diluido con la inmigración, no hay guarderías públicas y las ayudas son copadas por gentes llegadas de otros países. Y ahora llega el truco final y les animan a marcharse después de habernos vendido las bonanzas de la inmigración.

Donde esta la protección para una madre adolescente a la que se anima a abortar por no disponer el estado de los suficientes mecanismos sociales para ayudarla a poder tener a su hijo con dignidad.

Quizás nos inunde la solidaridad de ZP, esa que estamos viendo como cada vez es más difícil de mantener en un país como España, totalmente descentralizado. Comunidades autónomas que hacen de su contribución al estado un motivo de queja constante, olvidando que quien contribuye es el ciudadano y no el territorio.

Pero el gobierno sigue hablando de mejora y optimismo mientras la gente lo pasa mal.

Un político es un servidor publico, que debe velar por que sus conciudadanos tengan todo lo necesario para poder vivir en armonía, trabajo, servicios públicos de calidad, libertad, protección social, etc.

De nada nos sirve un gobierno que piensa que los problemas se solucionan solos, medidas como la de regalar bombillas o animar a los inmigrantes a marcharse, no conducen sino a la broma y el chiste fácil.

Hay que tomar las riendas de la economía y animar el crecimiento facilitando la creación de empresas y regalando suelo publico a estas para su implantación en España.

El estado debe invertir en obra pública más que nunca y reciclar a todo el personal que ha perdido su empleo con aquella actividad que se demande en nuestro país.

Deberían cerrar aquellos ministerios que se demuestran innecesarios y reinvertir el dinero en aquellos que están abandonados (como la justicia, que es una vergüenza como funciona).

Pero todo esto no pasara, ZP esta mas por hablar de futuros predecibles, como si tuviese la suerte de frente y eso si me da miedo, las cosas no suceden por casualidad, hay que ir a trabajar todos los días para poder disponer de una cierta solvencia, y el gobierno da la sensación de estar en las nubes...

Pedrulo Maturulo.