Una piel de toro extendida, eso decían los romanos de nuestra querida península ibérica.
Han pasado siglos de aquellos hechos y nuestro país ha sido asolado por todo tipo de desastres. ¿Que fue de aquel mono que podía atravesar de los pirineos al sur de la península sin bajarse de un árbol? La tala indiscriminada de árboles para roturar la tierra, y los empleados para fabricar flotas enteras de navíos de guerra (armada invencible) para consolidar un imperio que nunca supimos manejar.
El desierto avanza en Castilla, imparable y los políticos discuten sobre el cambio climático. Es urgente detener el desamparo de la mayoría de los campos que ya no se cultivan. Los árboles como patrimonio, no solo las maravillosas catedrales, cuidemos de reforestar el mayor número de superficie posible. Demos a esto la magnitud que se merece, endurezcamos las penas a los pirómanos, obligando a estos a plantar árboles a lo largo de su condena.
No es una cuestión menor devolver el adjetivo “verde” a España sino dentro de poco veremos como pasaremos a ser un desierto como Marruecos.
La mayoría de la gente no sabe que en España quedan algunos árboles con cientos de años marcados como puntos de interés en los mapas topográficos.
Yo he visitado un roble en el norte de Palencia que data de cerca de mil años, imaginaros cuanto habrá visto este magnifico ejemplar. Le han sucedido todo tipo de desdichas, truenos, intentos de quemarlo, talas, etc. pero hasta ahora resiste:
El Roblón de Estalaya parque de Fuentes Carrionas (CERVERA DE PISUERGA).
Nombre común: roble albar.
Nombre botánico: Quercus petraea Liebl
Perímetro del tronco: 9,80 metros.
Diámetro aproximado: 3,17 metros.
Edad estimada: más de 1000 años.
Cuidemos de nuestra tierra para dejar un legado digno a nuestros hijos.
Pedrulo maturulo
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