EL FIN DEL MUNDO:

A mi mujer la encantan las películas de catástrofes, esas en las que pasa de todo. Lo que ya no la gusta tanto es cuando se habla por televisión del cataclismo que acontece en los polos. La importancia de estos para asegurar el ciclo del enfriamiento de las corrientes transoceánicas y su importancia como santuario animal.

Llevamos demasiados años oyendo que esto pasaría y nadie a hecho nada por evitarlo. El cambio climático esta aquí y sus efectos cambiaran nuestra forma de vida. El hombre moderno empecinado en su propio bienestar ha destruido el equilibrio natural de la tierra. ¿Qué opciones tenemos? Creo que muy pocas, aunque mañana propusieran un parón industrial (cosa del todo imposible) el daño ya esta hecho.

Nuestro hermoso planeta azul, esta herido de muerte. Ni Kioto, ni nada, el aumento de la temperatura es real y se empieza a dejar sentir de forma significativa.

Me resulta gracioso ver como los científicos tratan de hallar agua en Marte, minerales, etc. Y mientras aquí en la tierra la vida esta amenazada. Los combustibles fósiles que nos dieron bienestar y comodidad han resultado ser el peor de los venenos.

No quiero imaginar que conocerá mi hijo, un mundo contaminado. Lleno de residuos industriales, con sus costas llenas de petróleo. La fauna reducida a simples animales de compañía. Los zoos como recuerdo de aquel mundo que un día existió. Condenados a llevar mascarillas para protegerse de los gases venenosos de la contaminación. Un mundo uniforme, marrón sin nieve, en el que el desierto habrá sometido los más hermosos lugares del planeta. Nuestra cultura y la de todos los pueblos de la tierra desaparecerán con nuestros bosques y selvas. Los niños escucharan a sus padres hablar de las estaciones, cuando ya no acontezcan.

Un lugar inhóspito del que el hombre tratara de zafarse a toda costa colonizando otros planetas.

Espero equivocarme...