Yo como víctima o tú, o cualquiera que no diga lo que tú quieres que diga.
Si soy un fascista, un torturador y alguna cosa más que me dejo por el camino, cualquier cosa para justificar mi muerte. Mis palabras te hieren por que yo no empuño las armas y no puedes justificar tus actos. Yo no coloco bombas para dañar a mis iguales.
Mi discurso es pacifico, te respeto si me hablas en vez de matarme.
Somos victimas de la intolerancia de los que no respetan la vida humana. Somos un estorbo en su camino, un objetivo a destruir.
Todos tenemos la culpa de que ellos sean más fuertes.
Días tristes para los demócratas que creemos en la libertad, de esa que ellos no quieren oír hablar. Gritemos todos como lo hiciéramos antes “basta ya”.
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