2/3/08

HERMANO LOBO:


El lobo mira temeroso desde la cueva antes de salir. Su mundo ha ido menguando poco a poco, hasta casi hacerle desaparecer. El hombre no respeta el equilibrio natural de la naturaleza. El lobo, el oso y algunos más, son un estorbo en su ambición depredadora.
No le interesa la naturaleza, solo el beneficio que pueda sacar de ella. Las montañas son cubiertas por aerogeneradores que matan sin piedad a toda clase de aves. Los bosques son propiedad privada y el fuego cada vez destruye más en menos tiempo.
Miro al cielo y veo nubarrones que amenazan destruir todo nuestro patrimonio natural. Las opciones son pocas, quizás algún parque natural o reforestar con especies de crecimiento rápido, que lejos de devolver el esplendor al bosque habrán matado su espíritu.
El águila imperial que en otros tiempos sobrevolaba la península ibérica, casi se ha extinguido. El vuelo de los buitres en círculo en algun cerro castellano, apenas se puede ver ya. El lobo es víctima de cazadores sin escrúpulos y autovías que atraviesan sus territorios sin darles pasos alternativos.
El oso es un espectador atónito ante su decadencia, su territorio no existe y es considerado un muerto viviente.
Como si un torrente cruzara la tierra y destruyese todo aquello que tiene belleza, el hombre es el peor de todos los depredadores. Mata más de lo que puede comer, destruye su entorno, contaminando ríos y acuíferos. Contamina el aire y no respeta las montañas que atraviesa con líneas de alta tensión. En su desvergüenza habla de reciclar cuando ya esta hecho el mal, no entiende que la tierra es un ser vivo que hay que mimar para recoger sus frutos...

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